Moscú, (Notimex).- En un candente partido se enfrentarán este miércoles las selecciones de Serbia y Brasil, la primera por clasificar por séptima vez a una segunda ronda en una Copa Mundial, y la Verdeamarela por continuar en la conquista del sexto campeonato de futbol.

Por programación de la Copa Mundial Rusia 2018, las Águilas Blancas serán locales administrativamente en la cancha del estadio Spartak de Moscú, donde tratarán de rubricar una primera ronda con el pase a la segunda fase, luego del inicio con victoria de 1-0 ante Costa Rica y una derrota en un polémico encuentro por 2-1 ante Suiza.

Después de ese juego ante los suizos, el entrenador Mladen Krstajic expresó en conferencia de prensa que el árbitro alemán Felix Brych "lo enviaría a La Haya", en alusión a donde hay tribunales que juzgan a criminales de guerra.

A su vez, el goleador Aleksandar Mitrovic, quien hizo la anotación ante los suizos, dijo en otra rueda de prensa que "un defensa me arrastró" cuando iba por el balón y esperaba que el árbitro alemán marcara penal a su favor, pero no, pitó falta en su contra.

"Nosotros, los serbios, estamos acostumbrados a la injusticia. De verdad, ahora tenemos que ir por el camino más difícil, pero al saber que somos más fuertes y unidos, podemos ganar a Brasil", declaró también.

Ahora el camino es más espinoso, porque podrían llevar más de tres puntos en el tercer puesto del Grupo E, donde Brasil es líder con cuatro unidades, pero como dice Mitrovic, la presión es para los brasileños, porque "ellos tienen más que perder y nosotros todo por ganar".

Claro que es cierto por historial, porque Serbia, antes Yugoslavia, nunca ha sido campeón del mundo y los brasileños en cinco ocasiones y en todos los mundiales es marcado favorito a conquistar el trofeo.

De 1930 a 2002, que fueron 17 citas mundialistas, participó como Yugoslavia, aunque en ocho no asistió; en Alemania 2006 como Serbia y Montenegro, en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 no clasificó como Serbia, hasta llegar a Rusia.

Como pionera de la máxima justa futbolística en el mundo, llegó a la ronda semifinal en Uruguay 1930, cuando no hubo partido por el tercer lugar, y en Chile 1962 perdió el encuentro por la tercera plaza final, siendo esos sus máximos alcances en esta cita cuatrienal.

Respecto a Brasil, su constelación de futbolistas se sacudió un alto porcentaje de presión con la victoria por 2-0 sobre Costa Rica, después de ese empate 1-1 ante suiza, en su juego de presentación.

La olla de presión hizo explotar en llanto a su máxima estrella Neymar da Silva, quien en el tiempo de alargue secundó en el marcador a Philippe Coutinho, y al silbatazo final se arrodillo, se llevó las manos con su playera al rostro y soltó el llanto.

Ese fue el tamaño de la tormenta desatada en críticas sobre el Scratch du Oro, Neymar y el entrenador Adenor Leonardo Bacchi "Tite", quien como un psicólogo revoluciona a sus jugadores en la cancha para triunfar y cumplir con ese sinónimo de favorito a llevarse la Copa.

Los antecedentes entre ambas selecciones en los mundiales se remonta a la entonces Yugoslavia, con una victoria por bando y dos empates, así que todos los ingredientes están mezclados para un candente partido.